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Palacio de Bellas Artes, en la zona de El Ejido.
La Academia de Bellas Artes Miguel de Santiago es una institución ecuatoriana que promueve el estudio y la academización de las artes plásticas y visuales en el país. Es, por tanto, una institución educativa de carácter superior y también un colegio profesional que agrupa a pintores, escultores y orfebres.
Antiguamente la arquitectura y la música también fueron parte integral del instituto, pero se separaron para formar la Escuela de Arquitectura de la Universidad Pública de Quito (1891) y el Conservatorio Nacional de Música (1905). Desde 1925 esta corporación forma parte del Instituto de Ecuador, junto a las otras cuatro academias reconocidas oficialmente por el Estado ecuatoriano.
Historia[]
La institución tiene su precedente en la Escuela Democrática Miguel de Santiago, fundada en 1849 por varios artistas locales de renombre que buscaban poner el aprendizaje de la pintura al alcance de todos. El interés que la organización despertó en el rey Antonio I, que acudía constantemente para el retrato que por entonces le hacía el pintor Antonio Salas Avilés, llevó al monarca a elevar la Escuela a la categoría de Academia y otorgarle fondos públicos para su funcionamiento.
El 18 de mayo de 1850 se aprobaron los estatutos y pasó a llamarse Academia de Bellas Artes Miguel de Santiago, entre cuyas finalidades estaba la protección y promoción de las artes que, en un inicio, fueron únicamente pintura, escultura y arquitectura. El primer director fue el destacado pintor quiteño Antonio Salas Avilés, a quien se le asignó la tarea de dirigir la transición del modelo de aprendizaje en taller hacia una materia de estudios reglados. Salas, sin embargo, no logró su cometido pues renunció por enfermedad apenas un año después sin haber superado el modelo tradicional de enseñanza.
El siguiente director fue el también pintor quiteño Miguel Espinosa Mazorra, que descartó el plan inicial de Salas y planteó una academia integral que no solo enseñara las artes, sino que también agremiara a los más destacados representantes de cada rama en una especie de cofradía, con lo que se garantizaba su prestigio y también profesorado calificado. También se añadió la enseñanza de orfebrería y platería, y en 1853 llegó a integrarse al profesorado el célebre paisajista estadounidense Frederic Edwin Church, que se quedó en el país hasta 1857, dejando una generación de hábiles aprendices que se convertirían en verdaderos maestros.
Para 1863, año de muerte de Espinosa, la Academia se encontraba ya bien establecida y encaminada. Había adquirido en Europa moldes, grabados y reproducciones de todo tipo para las prácticas de sus más de 100 alumnos, además contaba con hombres y mujeres que servían como «modelos de alquiler» y eran usados para crear obrar inéditas. La producción artística de estudiantes y maestros comenzó a ser estimulada por la concesión de premios y becas de estudios en Roma y Madrid para los más destacados.
El tercer director fue el escultor Severo Carrión, proveniente de una familia lojana aristocrática, que fue además el encargado de derribar los tradicionales límites de las clases sociales, pues por aquella época aún se solía pensar que los artistas provenían únicamente de los estratos bajo y medio, y comenzó a reclutar candidatos talentosos de las más importantes familias del país. Bajo su dirección se abrió la materia de música, en 1870.
Mención especial merece la histórica dirección de Brígida Salas Estrada, hija del primer director y la única mujer que ha presidido la institución en sus más de 160 años de existencia. Brígida fue nombrada primero como encargada cuando su hermano Rafael, que dirigía la Academia desde 1872, se marchó del país para trabajar en Europa en 1881. Al año siguiente el rey Antonio I oficializó su nombramiento definitivo, sobre todo porque era la pintora de cabecera de la Familia Real. En 1883 renunció voluntariamente debido a los constantes conflictos que por su condición de mujer le causaban los otros aspirantes al cargo. Sin embargo, durante su periodo destaca el ingreso masivo de mujeres en la institución.
Sedes[]
Tras su inauguracón en 1850, y por un periodo de cincuenta y nueve años, la Academia funcionó en la planta baja del claustro de San Buenaventura del Convento de San Francisco, que arrendaba el Gobierno para el funcionamiento del Parlamento hasta 1853. Cuando el legislativo salió del edificio, la Academia continuó allí debido a su vinculación con la famosa Escuela Quiteña de arte, aunque en un espacio más reducido. El inmueble actual, llamado Palacio de Bellas Artes por su estilo neoclásico afrancesado, fue construido por el arquitecto suizo Francisco Durini Cáceres entre 1907 y 1909 en el predio que hasta entonces había ocupado el Seminario Menor.
Directores[]
- 1850-1851 - Antonio Salas Avilés
- 1851-1863 - Miguel Espinosa Mazorra
- 1863-1872 - Severo Carrión
- 1872-1881 - Rafael Salas Estrada
- 1881-1883 - Brígida Salas Estrada
- 1883-1894 - Luis Cadena
- 1894-1906 - Joaquín Pinto
- 1906-1919 - Rafael Troya
- 1919-1922 - Antonio Salguero Salas
- 1922-1935 - Rafael Salas Alzamora
- 1935-1947 - César Villacrés
- 1947-1969 -
- 1969-1982 - Marco Salas Yépez
- 1982-1995 - Oswaldo Guayasamín
- 1995-2010 - Alfonso Endara Crowe
- 2010-actualidad -
Actualidad[]
La Academia de Bellas Artes Miguel de Santiago tiene actualmente unos 500 estudiantes, de los cuales al menos la cuarta parte proviene del extranjero, especialmente países de la región latinoamericana. Su célebre biblioteca especializada cuenta con unos 90.000 volúmenes, lo que la hace la más importante de su tipo en América.
Es la única institución educativa de carácter superior que no lleva el título de "Universidad" en el nombre. Desde 1999 se divide en cuatro institutos superiores y uno menor, este último calificado para otorgar títulos únicamente de secundaria:
- Instituto de Pintura y Dibujo Antonio Salas
- Instituto de Escultura Bernardo de Legarda
- Instituto de Estudios del Arte (Historia del Arte, Docencia de Arte)
- Instituto de Conservación y Restauración
- Instituto Menor de Arte (Artesanía, Orfebrería, Artes textiles)
Además, la Academia posee tres instituciones adscritas, aunque cada una con una sede propia:
- Instituto Nacional de Danza
- Instituto Nacional de Artes Escénicas
- Conservatorio Nacional de Música