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San Francisco de Quito es una ciudad ecuatoriana, capital del país y de la provincia de Pichincha, además de la urbe más poblada de la nación. Está ubicada en la región centro-norte de la Sierra ecuatoriana, dentro de la hoya del río Guayllabamba, y en las laderas occidentales del volcán Pichincha.
Su actual alcaldesa es la conservadora Paola Vintimilla Moscoso, que ocupa el cargo desde 2017 y lo hará hasta enero del 2021.
Historia[]
Capital del Reino[]
La Quito a la que llegaron los reyes Antonio I y Luisa Fernanda distaba mucho de las grandes capitales europeas que conocían, si acaso se parecía a una localidad menor ya era bastante, La ciudad tenía problemas de salubridad, pobreza, analfabetismo, mendicidad, inseguridad y enfermedades sociales como las apuestas o el consumo desmedido de alcohol.
Los Reyes pronto iniciaron labores de carácter social en las que incluso ponían dinero de su propio peculio. Se fundaron escuelas de párvulos y colegios dominicales para señoritas que no podían asistir a clases entre semana, instituciones que eran supervisadas personalmente por Luisa Fernanda, que además entregaba premios a los mejores estudiantes.
Desde inicios de 1850 el Cabildo reconstruyó totalmente el Parque La Alameda, dándole nuevamente características de jardín con plazoletas para levantar los edificios provisionales que durante todo el mes de diciembre albergarían la Feria Agrícola e Industrial organizada por el Rey para fomentar el desarrollo de estos rubros, y acabó convirtiéndose en el germen de las famosas Exposiciones Nacionales que desde entonces se realizan cada cinco años en diferentes ciudades del país.
Para palear la absoluta falta de posadas, fondas y centros de diversión que deberían recibir a los cientos de visitantes programados para la primera Feria Agrícola e Industrial de fin de año, el Cabildo emitió en marzo una ordenanza mediante la cual se ofrecía exención de impuestos por tres años a los empresarios que abrieran hoteles, casinos, clubes, restaurantes y cafeterías. Esto propició el nacimiento de la industria turística en la ciudad, a la que comenzaron a llegar cientos de visitantes diarios para la Feria de diciembre.
En 1850 abrió sus puertas la Academia de Bellas Artes, que funcionó por largos años en el claustro de San Buenaventura, del Convento de San Francisco. En 1852 los Reyes colaboraron con la mitad de los gastos para ajardinar por primera vez la Plaza Grande, labor que encargaron a su jardinero francés André Lecolant. Ese mismo año se llamó a un concurso para erigir un monumento al centro del nuevo diseño para conmemorar el Primer Grito de Independencia, que comenzó a ser levantado con dinero de los Orleans-Borbón en 1853 y fue terminado dos años más tarde con colaboración del Parlamento, el Cabildo y las familias de los próceres.
Entre 1869 y 1874 se construyó el Palacio de Alameda, nueva residencia de la familia real levantada en el extremo sur del parque homónimo, cuyos alrededores comenzaron a desarrollarse urbanísticamente como el nuevo polo de crecimiento de Quito, migrando hacia el diseño de ciudad-jardín con amplias avenidas, áreas verdes y grandes mansiones rodeadas de jardines. Con el tiempo esta zona acabaría constituyéndose como el nuevo distrito gubernamental de la nación, donde se asientan las sedes de la mayor parte de poderes del Estado.
A lo largo de sus años de reinado, Antonio I y Luisa Fernanda hicieron fuertes donaciones para recuperar edificios y fuentes que habían caído en el deterioro, logrando que incluso se involucraran otros miembros de la familia que vivían en Europa, como la reina Amalia, la reina María Cristina y el Príncipe de Joinville. Entre estos se encuentran la torre de la Catedral, la torre de Santo Domingo, el Convento del Carmen Alto, la Capilla del Robo, la iglesia de San Blas, la fuente de agua de la Plaza de San Francisco, la fuente de agua de La Recoleta, el edificio de la Universidad Central y el mismo Palacio de Carondelet, al que hicieron algunas mejoras.
Para conmemorar la independencia definitiva del país conseguida tras la Batalla de Pichincha de 1822, desde el año 1858 los Reyes iniciaron la tradición de organizar la Feria Provincial Pichinchana durante todo el mes de mayo, que a diferencia de las Exposiciones Nacionales se realizaría cada año y únicamente para expositores de la provincia de Pichincha. Este evento fue totalmente financiado y patrocinado por la familia real durante cien años, pero desde 1958 la organización pasó a manos de la Cámara de Industriales de Pichincha.
El proyecto Iñaquito[]
Hasta la década de 1860 la ciudad de Quito poco había sobrepasado los límites urbanos de la época colonial, es decir la parroquia de San Blas por el norte y el río Machángara por el sur. Pese a ello, la construcción del Museo Nacional de Alameda en 1861 había comenzado a atraer a la aristocracia a los alrededores del parque La Alameda, apenas unos metros más al norte del tradicional límite urbano.
El 15 y 16 de agosto de 1868 sucedieron dos terremotos en la provincia de Imbabura, al norte del país, que no solo causaron la completa destrucción de ciudades como Tulcán e Ibarra, sino que ocasionaron gravísimos daños en docenas de edificios de Quito que ya se encontraban afectados tras un terremoto previo que había azotado la capital ecuatoriana en 1859, dejando, por ejemplo, en escombros la torre de la Catedral.
La bonanza económica que vivía el país gracias a la exportación de quinina y los comienzos de la industrialización permitió una reconstrucción relativamente rápida, pero el temor generado entre la población por el frágil material de los inmuebles coloniales comenzó a hacerse eco en las autoridades.
Entre las reuniones que Antonio I mantuvo con el arquitecto Juan Pablo Sanz, prefecto encargado de los trabajos de reconstrucción de la ciudad, surgió la propuesta de trasladar parte de los edificios gubernamentales hacia una nueva zona que, a su vez, generara la migración progresiva de los quiteños hacia un lugar más seguro. Así, tras discutirlo con su Gabinete, el Rey ordenó que se comenzaran con los estudios para presentarlos al Parlamento.
Sanz estudió varios de los posibles emplazamientos, como la llanura de Turubamba al sur, descartada por ser demasiado pantanosa; el valle de Los Chillos al oriente, cuya distancia de la ciudad ya existente le jugaba en contra; y la llanura de Iñaquito al norte, que a su criterio presentaba las mejores condiciones de terreno, geográficas y de comunicación. Tras la suma al equipo del ingeniero danés Thomas Reed y el prusiano Franz Schmidt, la realización de varios estudios adicionales sobre captación de agua y clima, para inicios de 1869 se logró completar el informe.
El llamado Proyecto Iñaquito fue presentado al Parlamento el 22 de mayo de 1869 y entró en debate extraordinario esa misma semana, para luego de varias discusiones y enmiendas sobre todo de carácter presupuestario, se autorizó el 4 de junio, a pocas semanas de cumplirse un año desde el terremoto. La ciudadanía acogió con entusiasmo la propuesta, no así las órdenes religiosas que veían peligrar su hegemonía en la sociedad, ejercida sobre todo gracias a la masiva presencia de templos en un área urbana reducida.
Se nombró a Sanz como director del proyecto y a Reed y Schmidt como jefes de las distintas obras, que se comenzaron a ejecutar de manera casi inmediata con la expropiación de los terrenos del antiguo Ejido, propiedad del Cabildo quiteño, en los que se había proyectado la primera etapa. El 16 de agosto, día del aniversario del terremoto, se realizó una misa campal y se colocaron los primeros pilotes para delimitar la Avenida Ecuador el Bulevar Patria y la Avenida Sucre, dejando marcados también los espacios del área verde que fue bautizada como Campo Nacional.
El diseño tenía como eje visual al recién construido Palacio Real de Alameda (1857), cuyos jardines posteriores se desarrollaban en una ligera gradiente hacia la llanura, haciendo que la fachada posterior del edificio pueda ser vista desde toda la zona de Iñaquito. Allí se construiría una glorieta al estilo parisino con un gran monumento que dispusiera a futuro el Parlamento Nacional, desde la que partiría hacia el sur el Bulevar Patria, además del cruce de la Avenida Sucre para unir las extensiones de las avenidas Orleans al occidente y Borbón al oriente.
A continuación se dispuso los terrenos para las futuras construcciones de los edificios del Parlamento, los Tribunales de Justicia, el Hospital Civil y una estación de transportes. El resto de tierras fueron divididas en manzanas a modo de damero colonial, partidas a su vez en lotes de mediano y gran tamaño para la venta a particulares, dinero que financiaría la construcción de la red de alcantarillado (primera de Sudamérica). Además, se procuró dejar libres algunos mega-lotes para posibles usos futuros del Estado o el Cabildo.
Para 1872 se habían terminado los trabajos de alcantarillado y canalización de agua traída desde las chorreras del Pichincha, por lo que se autorizó a quienes habían comprado lotes para que comenzaran sus propias construcciones. Así mismo se inició con el empedrado de las calles y avenidas y la ampliación de la Estación Iñaquito sobre las avenidas Esmeraldas y Patria, hasta donde deberían llegar los transportes públicos que unirían a la ciudad antigua con la nueva.
Por su parte, el jardinero real André Lecolant se hizo cargo del diseño del Campo Nacional, al que le daría un aspecto mixto entre la exuberancia de los parques ingleses y la cuidada simetría de los parterres franceses. También sería el responsable de la arborización de las aceras y el rediseño del jardín posterior del Palacio Real, para que el edificio constituya una vista principal de la nueva ciudad que crecía a sus espaldas.
La primera construcción civil del sector fue el Palacio de Guizó, perteneciente al banquero Domingo Gangotena Arboleda y construida por Schmidt, inaugurado el 22 de agosto de 1875 con una espléndida fiesta de jardín a la que asistió incluso la familia real. Poco menos de un mes después haría lo propio el Marqués de Solanda y Villarocha, Manuel Felipe Barriga y Carcelén de Guevara, que ofreció una gran recepción nocturna en el Palacio de Solanda, contratando incluso un servicio de carruajes para los invitados.
Entre los primeros vecinos también se encontraban el Conde de Píllaro y el de Conde de Sent-Iriés (1876), el Marqués de Miraflores, el Conde de Atuntaqui y el comerciante José Baca Torres (1877), el ex-primer ministro Manuel Gómez de la Torre (1878), y el Marqués de Villaorellana (1879).
En 1888 se inauguró el Hipódromo Nacional en la zona norte del Bulevar Esmeraldas, levantado por iniciativa privada y en el que el Rey fundó la Maestranza de Caballería, dedicada a la cría de ganado equino de alta calidad, labor a la que la familia real era aficionada. En 1882 se inauguró el espléndido edificio neoclásico del Casino El Ejido, ubicado en la esquina nororiental del Campo Nacional, sobre las avenidas Borbón y Sucre.
Demografía[]
Según las proyecciones oficiales para el año 2020, Quito cuenta con una población de 4.493.000 habitantes en la zona consolidada urbana, lo que la hace la ciudad más grande del país y la octava del continente. Este número aumenta a 5.170.100 en el cantón homónimo y a 7.540.440 millones en el área metropolitana conocida como Gran Quito, que incluye a las ciudades de Sangolquí, Tumbaco, Quitopungo, Machachi y otras áreas suburbanas, que a su vez constituye una de las zonas pobladas más grandes de Sudamérica.
Crecimiento histórico[]
Entre los años 1809 y 1825 la población quiteña disminuyó drásticamente debido a las Guerras de Independencia y la migración de muchos españoles que regresaron a Europa; mientras que en la década de 1830 continuó la tendencia por una serie de emergencias sanitarias que azotaron la ciudad durante la época republicana.
A la llegada de Antonio I y Luisa Fernanda de Borbón en 1848, Quito tenía una población de apenas 27.000 habitantes, que en comparación con los 200.000 de Madrid o el millón de París, hacían de la capital ecuatoriana un pueblo de tercer orden ante los ojos de los monarcas. El área urbana de la ciudad llegaba hasta los pies de la colina del Panecillo por el sur, San Blas y los inicios de la colina de San Juan por el norte, El Tejar y San Diego por el occidente, y los bajos de la colina de La Tola por el oriente.
Hasta finales de la década de 1850 hubo un crecimiento algo más sostenido gracias a una pequeña llegada de migrantes, con los que la ciudad alcanzó los 35.000 habitantes, y que se instalaron sobre todo en la colina de San Juan y parte de las estribaciones del Pichincha, entre San Diego y El Tejar. Durante la década de 1860 llegaría una época de acelerado crecimiento económico y demográfico a nivel nacional conocida como bienestar garciano, causada por la exportación de Quinina y Cacao que atrajeron una gran cantidad de migrantes al campo y ciudades como Quito, Guayaquil, Cuenca y Loja.
Para 1875 la capital ecuatoriana había duplicado su población y bordeaba los 102.000 habitantes, con un área urbana que por primera vez había sobrepasado la centenaria barrera natural del Panecillo por el sur, conurbándose de manera consolidada con la zona de residencia obrera que había crecido alrededor de la entonces Estación Central de Tren, en el actual distrito de Chimbacalle. Por el norte, en cambio, había abrazado el parque La Alameda con fabulosas mansiones y edificios públicos, la colina de Itchimbía con elegantes quintas de la primera nobleza, y se poblaba la nueva ciudad tipo jardín de El Ejido con grandes palacios de la naciente burguesía.
La boyante economía ecuatoriana se extendió a través de la década de 1880 gracias a la explotación del caucho, lo que mantuvo el ritmo de crecimiento poblacional de las ciudades que empezaban a industrializarse y a requerir mano de obra. En el caso particular de Quito, los censos de 1890 y 1900 arrojaron la cantidad de 199.531 y 285.129 habitantes respectivamente; con lo que el siglo XIX y el reinado de Antonio I habían multiplicado casi diez veces el tamaño de la población en poco más de cincuenta años.
Para los primeros años del siglo XX, la mancha consolidada urbana se extendía entre las zonas de Ferroviaria, Ascención y el poblado de La Magdalena al sur, y Miraflores, La Pradera y La Floresta al norte. Se puso en marcha un nuevo plan de diseño urbano para rellenar quebradas y construir sobre ellas amplios bulevares y parques, así mismo se construyó el complejo de la Exposición Universal de 1909 y la nueva Gran Estación Ferroviaria de Villaflora.
La década de 1930 llegó con una población de más de medio millón de habitantes, y con una ciudad cuyos límites habían aumentado a las zonas de Chilibulo, Montcalm, Atahualpa, San Bartolo y Forestal al sur, consolidando la totalidad de los actuales distritos de Chimbacalle y La Magdalena; y por el norte Guápulo, El Batán, La Carolina, La Granja y Rumipamba, en los que aparecieron los primeros edificios de apartamentos y oficinas, consolidándose además la totalidad del actual distrito de Iñaquito. También se planificó y construyó el primer parque urbano de gran escala en el país: La Carolina, así como el antiguo Estadio Municipal de Quito.
Durante la mitad del siglo XX, cuando la ciudad alcanzó finalmente el millón de habitantes, la mancha urbana se expandió con gran rapidez hacia el norte y el sur, incluso llegando a reemplazar las casas ajardinadas de sectores como La Carolina por los primeros rascacielos, práctica que se extendería en otras zonas del hipercentro financiero durante la segunda mitad del siglo. Entre las decadas de 1970 y 1990 se rompieron las barreras geográficas que separaban la ciudad de los valles orientales de Los Chillos y Tumbaco, poblándose para tal efecto colinas como Puengasí o las estribaciones del sistema de quebradas del río Machángara.
Año | población | crecimiento |
---|---|---|
1534 | 205 | - |
1650 | 3.500 | +1607,3% |
1748 | 58.000 | +1557,1% |
1800 | 61.987 | +6,8% |
1847 | 27.000* | -56,4% |
1858 | 35.019 | +29,7% |
1875 | 102.010 | +191,3% |
1890 | 199.531 | +95,6% |
1900 | 285.129 | +42,9% |
1910 | 361.543 | +26,8% |
1920 | 440.720 | +21,9% |
1930 | 531.508 | +20,6% |
1940 | 825.431 | +55,3% |
1950 | 1.189.446 | +44,1% |
1960 | 1.542.711 | +29.7% |
1970 | 1.923.760 | +24,7% |
1980 | 2.343.139 | +21,8% |
1990 | 2.898.462 | +23,7% |
2000 | 3.515.834 | +21,3% |
2010 | 4.349.086 | +23,7% |
2020 | 5.170.100 | +18,8% |
División política[]
Distritos urbanos[]
La ciudad propiamente dicha se encuentra divida en diecisiete distritos, cada uno con su propio Cabildo escogido cada cuatro años mediante elección popular y con un representante al Consejo de la Ciudad durante el mismo periodo de tiempo. Los distritos se subdividen a su vez en zonas, y estas en barrios, que es la entidad más pequeña.
La región conocida como Meseta de Quito constituye el área urbana mejor consolidada debido a su continuidad espacial, interrumpida únicamente por la colina del Panecillo, lo que ha generado que el 75% de la población se asiente en ella, lo que corresponde a 3.5 millones de habitantes. La meseta es también el asiento histórico de la ciudad moderna, pues en ella fue fundada la ciudad inca alrededor del año 1500, y después la española en 1534.
Región | Distrito | Superficie | Población | Zonas | Ubicación |
---|---|---|---|---|---|
(1.871.400 habs.) | |||||
Equinoccial | 31,7 km² | 238.300 | Rumicucho Huasipungo Inti Ñan San Antonio Pomasqui Pusuquí Parcayacu |
||
Villarocha | 17 km² | 272.400 | Carcelén Ponceano Carretas La Ofelia Rumiñahui |
||
Cotocollao | 20,3 km² | 249.200 | El Condado Cotocollao Central Atucucho La Posta La Pulida |
||
Chaupicruz | 8,5 km² | 291.000 | San Fernando Mendeville La Concepción Labrador Chaupicruz Central Cochapamba |
||
Amagasí | 9,2 km² | 237.000 | Collaloma Bonanza La Bota El Edén |
||
El Inca | 9,5 km² | 209.500 | San Isidro El Carmelo Vista Hermosa Monteserrín |
||
Iñaquito | 19,2 km² | 374.000 | La Granja Rumipamba La Carolina La Pradera El Batán Guápulo |
||
(311.650 habs.) |
Ciudad Nacional | 17,2 km² | 311.650 | Miraflores El Ejido Floresta Itchimbía Centro Histórico |
|
(2.309.950 habs.) | |||||
Chimbacalle | 7,9 km² | 324.300 | Ferroviaria San Bartolo Forestal |
||
La Magdalena | 9,5 km² | 272.700 | La Magdalena Atahualpa Ascención Chilibulo Montcalm |
||
Puengasí | 11,8 km² | 236.848 | Zona 1 Zona 2 Zona 3 Monjas |
||
Turubamba | 8,4 km² | 307.200 | El Carmen Santa Rita Quitumbe |
||
Chillogallo | 9 km² | 256.802 | Chillogallo Central Biloxi Saint Michel Monpezat |
||
Argelia | 10,2 km² | 216.700 | Epiclachima Argelia Central San Martín La Conquista |
||
Guamaní | 24,9 km² | 237.900 | Guamaní Central Colinas del Sur Atacazo |
||
Guajaló | 14,6 km² | 259.200 | Guajaló Central Caupichu Zona 3 Zona 4 |
||
Cutuglagua | 12,7 km² | 198.300 | Corazón Torino La Joya |
||
Total urbano | 241,6 km² | 4.493.000 habitantes |
Distritos rurales[]
Además de los distritos urbanos, el cantón Quito posee diecisiete distritos rurales o suburbanos, que reciben oficialmente el nombre de parroquias. Estas, si bien se encuentran en el área directa de influencia de la ciudad, no se encuentran unidas a ella de manera consolidada, y a menudo existen largos trechos de cultivos o incluso despoblados.
Región | Distrito | Población | |
---|---|---|---|
(261.700 habs.) | |||
Calacalí | 100.000 | ||
Nono | 48.000 | ||
Nanegal | 44.000 | ||
Gualea | 33.000 | ||
Pacto | 36.700 | ||
(244.811 habs.) | |||
La Tola | 52.144 | ||
Uyumbicho | 65.333 | ||
Tambillo | 127.334 | ||
(170.589 habs.) |
Lloa | 170.589 | |
Total rural | 677.100 habitantes |