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La Basílica del Sagrado Corazón, también llamada de la Consagración, es un edificio de carácter religioso ubicado en la zona Centro Histórico del distrito Ciudad Nacional, en la ciudad de Quito. Por sus dimensiones, estilo e historia se lo considera el templo neogótico más grande e importante de América, uno de los símbolos arquitectónicos y espirituales de la capital ecuatoriana, y el núcleo devocional de la Casa de Orleans-Borbón.
Historia[]
El 25 de marzo de 1864, en la Catedral Metropolitana se realizó la consagración del Reino de Ecuador al Sagrado Corazón de Jesús y al Inmaculado Corazón de María, evento promovido por el primer ministro conservador Gabriel García Moreno, el arzobispo José María Riofrío, y el apoyo de la devota reina Luisa Fernanda de Borbón, siendo aprobado por el papa Pío IX. Dos días más tarde, en sesión del 28 de marzo, el Parlamento Nacional ordenó que para eterna memoria del evento se levantara un monumento conmemorativo en la ciudad de Quito, asignando un presupuesto inicial de 250.000 sucres.
El 3 de junio del mismo año, en la celebración del Sagrado Corazón, la reina Luisa Fernanda anunció que el monumento conmemorativo sería un gran templo que se convertiría en la estructura más alta del continente, y para sufragar la diferencia del valor se realizaría una colecta, empezando con el aporte de 100.000 sucres de la propia Familia Real. Los siguientes cuatro años se reunieron aproximadamente tres millones adicionales, mientras se contrató el diseño al arquitecto inglés William Burges, que en 1867 hizo llegar los planos a Juan Pablo Sanz, designado por el Estado para levantar el edificio en Quito.
El 5 de febrero de 1868, y como parte de los festejos por el cumpleaños del rey Antonio I, tuvo lugar la ceremonia de colocación de la primera piedra, siendo el arzobispo José Ignacio Checa y Barba quien bendijo el evento. Los dos terribles terremotos sucedidos en agosto de ese año no afectaron mayormente los trabajos, pues apenas habían iniciado unos pocos meses antes, por lo que el cronograma no se vio alterado.
Cinco años más tarde, el 25 de marzo de 1873, se inauguraba en el extremo posterior la Capilla del Inmaculado Corazón de María, con una misa de consagración oficiada por el arzobispo Checa y Barba. El siguiente evento fue la boda de la princesa María Cristina y el Duque de Penthievre, que tuvo lugar el 12 de julio del mismo año, y desde entonces el espacio quedó vinculado a la Familia Real ecuatoriana como su centro espiritual.
La Cripta Real fue concluida en 1884, y a las pocas semanas fueron trasladados los cuerpos de los príncipes de la Casa de Orleans-Borbón que permanecían enterrados en la Catedral Metropolitana: Felipe Raimundo, muerto en 1864; María Amalia, fallecida en 1870; Fernando de Azuay, muerto en 1873; Luis María, fallecido en 1874; y María Cristina, muerta en 1879, aunque por deseo de esta última, su cuerpo había permanecido hasta entonces en la iglesia matriz de Quinindé.
Finalmente, y tras veinte años de construcción, el templo principal fue terminado y entregado a la Arquidiócesis de Quito a mediados de abril de 1888, que representada por el arzobispo José Ignacio Ordoñez y Lasso realizó la consagración el 3 de junio del mismo año, justamente el día dedicado a la solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús. A la ceremonia asistieron los ancianos reyes Antonio I y Luisa Fernanda junto al resto de la Familia Real, el primer ministro Antonio Flores de Aramburú, así como las principales autoridades eclesiásticas y civiles, además del ya anciano Gabriel García Moreno, considerado el principal impulsor de la obra.
Arquitectura[]
La nave central tiene 140 metros de largo por 35 metros de ancho y 30 metros de altura; además de 74 metros de alto en el crucero. Las dos torres frontales tienen 115 metros de altura cada una, detalle que convierte a la Basílica en la segunda estructura religiosa más alta del continente americano, solo detrás de la Catedral de Maringá en Brasil (124 m).
A lo largo de la nave central se encuentran dispuestas 14 imágenes de bronce que representan 11 apóstoles y 3 evangelistas, las capillas votivas, que se cuentan, tienen 15 metros de altura y en ellas irán colocados un altar, la respectiva bandera y el escudo o emblema de cada una de las provincias del Reino del Ecuador, con esto se logra pragmatizar la ideología de unificación del país.
Existen siete puertas de acceso, tres en las fachada y cuatro laterales todas adornadas con relieves que muestran escenas de la vida de Jesús, la Creación que incluye a Adán y Eva, el pueblo indígena y otras de los reyes Antonio I y Luisa Fernanda. Una sólida cripta pública subterránea, con una peculiar capilla de iguales características y un elegante panteón real donde descansan los restos de los reyes y reinas del Ecuador con sus hijos los príncipes y princesas de la Casa de Orleans-Borbón.
La planta típica del gótico es de grandes extensiones con una nave central y dos laterales, además de una sección que la atraviesa formando una cruz. Siguiendo este concepto, la Basílica del Sagrado Corazón presenta la planta de cruz latina. La extensión total del complejo, incluida la Capilla del Inmaculado Corazón de María, es de 150 metros.
La basílica está conformada por una nave central, dos naves menores y 24 capillas laterales delas cuales 20 están dedicadas a las provincias del país. El edificio consta de dos secciones principales, una nave principal dedicada al Sagrado Corazón de Jesús
El transepto, espacio que atraviesa a la nave principal y que forma la cruz, alberga el altar de mármol que originalmente estaba planificado para ubicarse en la cabecera de la nave central. Sin embargo, tras una reforma del padre Matovelle, se dispuso su transferencia al eje de la iglesia, entre la nave central y el crucero, sobre una pequeña gradería circular.
En el crucero se han logrado dos efectos especiales, pues se colocaron unos vestíbulos que tienen como función bloquear el ruido de la calle y las corrientes de aire; mientras que en la parte superior de estos se han incorporado dos coros, el occidental dedicado a sus Majestades los reyes y el oriental al cuerpo diplomático, lo que permitirá una mejor organización de los múltiples actos que se realizan en este templo.
La basílica presenta dos tipos de figuras antropomórfas: gárgolas y acróteras. Por una parte, las gárgolas son uno de los principales distintivos de la Basílica, pero que a su vez mantienen una relación directa con la época en que fueron concebidas. Se encuentran en los laterales superiores de la nave central y constituyen el aporte inédito al estilo neogótico por parte del Ecuador. Esto se debe a que los animales que decoran el templo no son sólo mitológicos (como los de los templos europeos), sino que son una muestra de la fauna endémica y exótica ecuatoriana. Así, se pueden encontrar figuras de caimanes, tortugas de Galápagos, piqueros de patas azules, armadillos, monos aulladores, pumas, entre otros.
Panteones[]
Como parte del proyecto constructivo de la Basílica del Sagrado Corazón, y para aprovechar la estructura de las bases del imponente templo, se incluyeron dos niveles subterráneos de sólidas criptas para el uso futuro de la Familia Real, los Primeros Ministros y otros personajes importantes de la vida cultural, científica, militar y política de la nación ecuatoriana. De esta manera se conformaron la Cripta Real, el Panteón Nacional de Primeros Ministros y la Cripta de Personajes Ilustres.
Cripta Real[]
La Cripta Real, ubicada bajo la mitad norte de la nave central y con acceso desde el presbiterio o el Convento, está constituida por dos niveles en los que se distribuyen un centenar de espacios de distintos tipos. El primero da cabida a 30 espacios destinados exclusivamente a los reyes y reinas de Ecuador, mientras que el más bajo posee 100 espacios dedicados a los príncipes y princesas de la Casa de Orleans-Borbón, sus cónyuges e hijos.
En la actualidad descansan en este lugar los siguientes miembros de la familia real, ordenados de acuerdo a la fecha de su deceso:
Reyes
- Antonio I (1890).
- Antonio II (1930).
- Alfonso I (1975).
- Álvaro I (1997).
Reinas
- Luisa Fernanda de Borbón (1897).
- Eulalia de Borbón (1958).
- Beatriz de Sajonia-Coburgo-Gotha (1966).
- Amalia de Habsburgo-Orleans (1986).
Príncipes y princesas
- María de la Regla de Orleans-Borbón (1861).
Trasladada desde la Catedral Metropolitana en 1884. - Felipe Raimundo de Orleans-Borbón (1864).
Trasladado desde la Catedral Metropolitana en 1884. - María Amalia de Orleans-Borbón (1870).
Trasladada desde la Catedral Metropolitana en 1884. - Fernando de Azuay (1873).
Trasladado desde la Catedral Metropolitana en 1884. - Luis María de Orleans-Borbón (1874).
Trasladado desde la Catedral Metropolitana en 1884. - María Cristina de Cotopaxi (1879).
Trasladada desde Quinindé en 1884. - Pedro de Orleans y Braganza (1919).
- Francisco Antonio de Cotopaxi (1963).
- Joaquina de Gangotena y Caamaño (1966).
- Alfonso de Chimborazo (1966).
- Ataúlfo de Loja (1974).
- Isabel de Orleans-Breton (1983).
- Néstor León de Sarasti (1986).
- Carolina de Habsburgo-Orleans (1994).
- Luis Felipe de Esmeraldas (1997).
- María Antonia de Esmeraldas (1999).
- María Isabel de Esmeraldas (2004).
- Juan María de Orleans-Braganza (2005).
- María Eulalia de Esmeraldas (2010).
- María Isabel de Bonaparte-Luisiana (2011).
- Gonzalo Quiñónes de Cienfuegos (2018).
Panteón Nacional de Primeros Ministros[]
Destinado exclusivamente a los ex primeros ministros del Reino, se ubica bajo la mitad sur de la nave central y tiene acceso desde el nártex o el Convento, este último mediante un largo corredor que atraviesa el costado occidental del templo y conecta además los diferentes panteones. Se trata de un sobrio y sencillo espacio precedido por una gran escultura de Cristo resucitado abriendo sus brazos hacia las 30 tumbas a modo de caja, y 60 urnas a modo de jarrón para cenizas, todas fabricadas en mármol blanco y luciendo el escudo del Reino en un repujado de plata y oro.
Aunque algunos ex primeros ministros como Luis Cordero Crespo, José Manuel Lasso de la Vega o Miguel Ángel Albornoz, fueron dejados en sus lugares de deceso por pedido de la familia, en la actualidad en este espacio descansan los siguientes cuerpos, ordenados de acuerdo a la fecha de su deceso:
- José Modesto Larrea (1861).
trasladado desde la Catedral Metropolitana en 1888. - Juan José Flores (1864).
trasladado desde la Catedral Metropolitana en 1888. - Francisco Aguirre Abad (1882).
trasladado desde Baba en 1888. - Gabriel García Moreno (1896).
- José María Plácido Caamaño (1900).
trasladado desde Sevilla en 1915. - Antonio Flores de Aramburú (1915).
- Francisco Andrade Marín (1935).
- Carlos Freile Zaldumbide (1928).
- Rafael Arízaga y Machuca (1933).
- Gonzalo Fernández de Córdova (1928).
- Isidro Ayora (1978).
- Neptalí Bonifaz (1953).
- Jacinto Jijón y Caamaño (1950).
- José María Velasco Ibarra (1979).
- Galo Plaza Lasso (1987).
- Camilo Ponce de León (1976).
- Sixto Durán-Ballén (2016).
- Raúl Baca Carbo (2014).
- Julio César Trujillo (2019).
Cripta de Personajes Ilustres[]
Ubicada bajo la terraza exterior occidental, y con accesos desde la misma o el Convento mediante un largo corredor, este espacio fue concebido para el descanso eterno de los grandes personajes de la Patria que hubiesen destacado en los campos cultural, científico, militar y político, honrando de esta forma su memoria. Alberga 200 nichos, la mitad para cuerpos enteros y la otra para cenizas.
Para que los restos de una persona sean trasladados a la Cripta deben haber pasado al menos veinte años del deceso, y un Comité de la Academia Nacional de Historia analiza si el sujeto en cuestión ha cumplido con los valores de personaje destacado para la Patria. En la actualidad alberga, entre otros, las tumbas de los siguientes personajes:
- Gérard Thierry, militar (1866).
Trasladado desde la Catedral Metropolitana en 1888. - Juan Antonio de Urbiztondo, militar (1867).
Trasladado desde la Catedral Metropolitana en 1888. - José Rodríguez Labandera, ingeniero naval (1869).
Trasladado desde Guayaquil en 1888. - Antonio Neumane, compositor y director de orquesta (1871).
Trasladado desde la Catedral Metropolitana en 1888. - Antoine de Latour, escritor, historiador y preceptor de la familia real (1881).
Trasladado desde la Catedral Metropolitana en 1888. - José Agustín de Argüelles, militar (1887).
Trasladado desde Riobamba en 1908. - Ezequiel Landázuri, militar (1889).
Trasladado desde Tulcán en 1908. - Francisco Javier Salazar, escritor y militar (1891).
Trasladado desde la Catedral Metropolitana en 1908. - Juan León Mera, escritor y pintor (1894).
Trasladado desde Ambato en 1922. - Brígida Salas, pintora (1899).
Trasladada desde la iglesia de Santo Domingo en 1922. - Pedro Ignacio Lizarzaburu, militar (1902).
Trasladado desde el Cementerio del Tejar en 1922. - Joaquín Pinto, pintor (1906).
Trasladado desde la Catedral Metropolitana en 1922. - Marietta de Veintemilla, escritora (1907).
Trasladada desde el cementerio de San Diego en 1930. - Arturo Borja, poeta (1912).
Trasladado desde el Cementerio de San Diego en 1930. - Emilia Rivadeneira, grabadora (1916).
Trasladada desde el Cementerio de San Diego en 1940. - José María Sarasti, militar (1926).
Trasladado desde el Cementerio de San Diego en 1940. - Luz Elisa Borja, poetisa (1927).
Trasladada desde Riobamba en 1950. - Humberto Fierro, poeta (1929).
Trasladado desde el Cementerio de San Diego en 1950. - Antonio Salguero Salas, pintor (1935).
Trasladado desde la iglesia de La Merced en 1957. - Benjamín Rivadeneira, fotógrafo (1936).
Trasladado desde el Cementerio del Tejar en 1965. - Carlos Enrique Brito Benavides, compositor (1943).
- Pedro Pablo Traversari Salazar, compositor y director de orquesta (1956).
- Benigna Dávalos Villavicencio, poetisa y compositora (1960).
- Camilo Egas, pintor (1962).
- Víctor Mideros, pintor (1967).
- Luis Alberto Valencia, músico (1970).
- Luis Humberto Salgado, compositor (1972).
- Carlos Rivadeneira Cruz, fotógrafo (1976).
- Jorge Icaza, escritor (1978).
- Enrique Gomezjurado, pintor (1978).
- Ernesto Albán, actor (1984).
- Carlota Jaramillo, cantante (1987).
- Gonzalo Endara, pintor (1996).
- Enrique Espín Yépez, violinista (1997).
- Eduardo Kingman, pintor (1997).
- Gonzalo Benítez, músico (2005).
- Raúl Guarderas Guarderas, director de teatro (2013).