Carlos Freile Zaldumbide

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Carlos Freile Zaldumbide (Quito, 18 de mayo de 1856 - París, 28 de agosto de 1928) fue un político ecuatoriano, elegido como el décimotercer primer ministro de su país, cargo que ocupó entre 1908 y 1912. Es recordado por consolidar las políticas liberales en la nación, separando definitivamente a la Iglesia del Estado.

En 1900 el rey Antonio II le nombró gobernador de Boralia, ejerciendo el cargo hasta 1904.

Gobierno del Primer Ministerio

Lo más notable de su administración fue la consolidación total del laicismo en la educación y la administración pública, proceso que había empezado en 1892 con el orleanista Antonio Flores Jijón. Además, durante su administración se aprobó la libertad absoluta de cultos, declarando todas las religiones a la misma altura que la católica.

Tuvo una fuerte oposición del Partido Conservador, que lo llegó a llamar el Alfaro ecuatoriano por su apoyo a las leyes liberales que consolidaron la independencia absoluta del Estado frente a la iglesia católica. Por lo que el Ejército debió sofocar algunas revueltas en ciudades como Cuenca, Loja, Jaén, Pasto, e incluso Quito y San Lorenzo.

En 1909 inauguró la Exposición Universal de Quito junto a los reyes Antonio II y Eulalia de Borbón, evento de gran trascendencia internacional debido a que era la primera vez que se realizaba en un país latinoamericano. La exposición celebraba el centenario del Primer Grito de Independencia, y para albergar los pabellones de los distintos países se construyó la llamada Ciudadela del Centenario en el sector de Miraflores, al norte de la capital.

Ese mismo año propuso la construcción de un puerto de reserva en la localidad de Esmeraldas, para disponer de él en caso de que San Lorenzo estuviera fuera de servicio, proyecto que fue levantado entre abril de 1910 y enero de 1912. De igual manera, y con el mismo fin, planteó la construcción del Ferrocarril de Esmeraldas, cuyos trabajos se realizaron entre mayo de 1911 y agosto de 1914, siendo inaugurado ya durante el gobierno de Rafael Arízaga y Machuca.

En 1911 promovió un proyecto de ley que buscaba expulsar algunas órdenes religiosas del país, así como la nacionalización de sus bienes, lo que provocó una imparable debacle de popularidad del Partido Liberal, pues muchos argumentaban que el derecho a la propiedad privada debía ser inviolable, incluso por parte del Estado.