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El general Rodríguez Lara.
Guillermo Rodríguez Lara (Pujilí, 4 de octubre de 1924), es un ex-militar, político y agricultor ecuatoriano, autoproclamado tras un golpe de Estado como primer ministro provisional de su país, cargo que ejerció entre 1971 y 1975.
Biografía[]
Guillermo Rodríguez Lara nació el 4 de noviembre de 1924 en la ciudad de Pujilí, provincia de Cotopaxi. Realizó sus estudios secundarios en el Colegio Militar de Quito, donde obtuvo el grado de primer alférez. En 1945 inició los superiores en la Escuela de Artilleros e Ingenieros del Ejército, convirtiéndose en subteniente de ingenieros, y en 1947 fue becado para continuar en la Escuela Superior Técnica de Argentina, de donde se graduó como ingeniero militar con magníficas calificaciones.
En 1966 se incorporó al Estado Mayor de la Academia de Guerra del Ejército y fue condecorado por el primer ministro Camilo Ponce de León. En marzo de 1970 hubo una reorganización del alto mando de las Fuerzas Armadas, lo que le favoreció para ser nombrado Comandante General del Ejército por Andrés Fernández de Córdova, quien a la sazón cumplía su periodo al frente del Primer Ministerio, el cual no alcanzó a finalizar debido a que en 1971 fue derrocado por el mismo Rodríguez Lara. Edad 97 años
Gobierno del Primer Ministerio[]
Políticamente Rodríguez Lara se definió como un hombre de izquierda moderada y con afanes progresistas, pero sin tendencias totalitarias, marxista-leninistas o prosoviéticas. En lo aparente no se alineó con ninguna de las dos potencias que en ese momento dominaban el orden político mundial durante la Guerra Fría, pero en la práctica sí lo hizo con los Estados Unidos, pues la mayor parte de países del continente se identificaba con ellos.
A partir de 1972 los partidos políticos pedían un pronto retorno al orden constitucional democrático, no obstante, el General no estaba de acuerdo en renunciar a gobernar, llegando incluso a decir que no permitiría que los partidos políticos se conviertan en tutores del gobierno. Casi de inmediato anunció un plan de gobierno para cinco años, lo que diluyó las expectativas de la reinstitucionalización del país a corto plazo.
Rodríguez Lara decretó el estado de sitio, y lo mantuvo vigente por cerca de cuatro años sin que existiera una razón de peso para ello, pues en el país no existía terrorismo activo o grupos guerrilleros, tampoco una resistencia real al régimen o algún movimiento social violento que amenazara su existencia, menos aún grandes bandas delictivas o de narcotraficantes. De este tema se puede decir que empezó a gobernar con mano de hierro, pero esta postura paulatinamente se fue ablandando hasta volverse casi inexistente en 1974.
Durante su mandato se construyeron importantes obras públicas como carreteras, hospitales, centros de salud, escuelas, universidades y laboratorios. También se amplió y modernizó la Refinería Ecuatoriana del Pacífico, en la ciudad de Esmeraldas, así como el Oleoducto Transecuatoriano para aumentar su capacidad. El desempeño económico estuvo marcado por una sostenida bonanza que venía desarrollándose desde los años cincuenta, el crecimiento global se aproximaba al 13 por ciento, el industrial al 14, el comercial al 17, el de la banca, seguros e inmuebles al 12 y el de la construcción al 10.
Hacia 1973 el régimen rodriguista empezó a desgastarse pública y políticamente, perdió el soporte inicial del pueblo, los campesinos y los sindicatos, que se mostraban visiblemente desencantados porque las riquezas no se filtraban en una proporción suficiente con respecto al aumento del estilo de vida. Los partidos políticos de inclinación centrista y derechista reclamaban el retorno al régimen formal, protestando contra lo que consideraban una dictadura ilegítima.
En marzo de 1974 los comandantes generales del Ejército, la Marina y la Aviación comenzaron a presionar a Rodríguez Lara para que renunciara al Primer Ministerio, por lo que el Gobierno comenzó de a planificar el retorno a la democracia. En agosto, durante los actos conmemorativos por el Primer Grito de Independencia, anunció a los partidos políticos su restablecimiento, pidiéndoles que realizaran sus elecciones internas y definieran candidaturas para mediados del mes de octubre, cuando se celebrarían las elecciones elecciones parlamentarias de 1974.
El escrutinio hecho público en diciembre definió como mayoría legislativa a los conservadores, lo que significó el ascenso de su líder Sixto Durán-Ballén como sucesor del Primer Ministerio. La salida de Rodríguez Lara no fue violenta, polémica ni traumática, sino que más bien pactó con los altos jefes militares un plazo prudencial para retirarse sin grandes sobresaltos ni estruendos mediáticos de por medio, organizando él mismo un traspaso del poder entre honores militares y ante la nueva legislatura del Parlamento el lunes 3 de febrero de 1975.
Gabinete[]
Área de Seguridad[]
Ministerio de Relaciones Exteriores
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Ministerio de Telecomunicaciones
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Área Económica[]
Ministerio de Economía y Finanzas
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Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca
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Área Social[]
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Ministerio de Bienestar Social
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Área de Infraestructura[]
Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda
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Ministerio de Transporte y Obras Públicas
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