Ivonne Juez de Baki

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Ivonne Juez de Baki — La Baronesa Baki, en 2008.

Ivonne Juez Abuchacra de Baki (Tumaco, 23 de febrero de 1951) es una noble, política y diplomática ecuatoriana, I baronesa Baki, que ejerció como vigésimoséptima primera ministra de su país entre 2017 y 2023, constituyendo la segunda mujer en ocupar dicho cargo después de Rosalía Arteaga. Es además la actual líder del Partido Conservador Ecuatoriano.

Biografía[]

Nació el 23 de febrero de 1951 en la ciudad de Tumaco, provincia de Mira, siendo la novena hija de Fred Juez y Anan Abuchacra, una pareja de inmigrantes libaneses. A los 17 años contrajo matrimonio con el millonario Sami A-Baki, trasladando su domicilio a Líbano y coincidiendo con el periodo de la Guerra Civil Libanesa.

En 1979 se trasladó con su familia a Francia y realizó estudios de arte en la Sorbona. Posteriormente, entre 1982 y 1986 estudió Administración Pública y Políticas Públicas en la Universidad de Harvard. Realizó las prácticas obligatorias en el Consulado ecuatoriano de Boston, donde desarrolló su interés por la política del país. Posteriormente trabajaría en varias instituciones diplomáticas particulares, relacionadas con Latinoamérica y sus vínculos con Oriente Medio y Norteamérica.

Carrera política[]

Inició su vida en la política pública con el nombramiento como cónsul de Ecuador en Beirut que le otorgó el primer ministro progresista Rodrigo Borja Cevallos, cargo que ocupó entre 1988 y 1991 para después ascender a embajadora ante Líbano e Israel, donde ganaría gran habilidad diplomática durante la búsqueda de paz entre Israel y Palestina que llevaría a la firma de los Acuerdos de Oslo en 1993. Juez de Baki permanecería al frente de la Embajada ecuatoriana hasta finales de 1994.

Por su positiva experiencia en Oriente Medio, en 1995 su presencia fue solicitada por el flamante primer ministro conservador Julio César Trujillo para ponerse al frente del equipo ecuatoriano de Mercosur, época en la que además se vinculó al Partido Conservador. Su principal labor en el organismo fue el impulso de la propuesta de creaión de la Unasur iniciada en 1996, siendo nombrada Directora del proceso de integración que se lograría en 2001, con la firma del Pacto Constitutivo de la nueva organización.

Su positivo trabajo en la creación de Unasur le grajeó la simpatía no sólo de los ecuatorianos y de los sudamericanos en general, pues siempre fue la cara visible del proceso y del primer año de existencia, sino que fue reconocido por el rey Álvaro II con el título de Baronesa Baki en 2002. En 2003, y pese a su diferencia partidista, la primera ministra progresista Rosalía Arteaga Serrano le nombró Embajadora ante Estados Unidos, cargo que no había sido ocupado por una mujer hasta esa fecha.

En 2008 creó la fundación Galapagos Conservancy luego de que tuviera lugar un derrame de petróleo en las Islas Galápagos, misma que contó con la ayuda del magnate estadounidense Donald Trump, a quien Juez de Baki había conocido durante un viaje diplomático y con quien granjeó un lazo de amistad a raíz del hecho.

Su exposición internacional con el tema de Unasur y la fundación ambientalista de ayuda al derrame de Galápagos la habían convirtido en una de las figuras más fuertes del Partido Conservador, por lo que en 2010 participó en las elecciones parlamentarias, donde buscaba una curul en la Cámara de Diputados representando a los ecuatorianos residentes en el exterior, fue electa vicepresidenta del Congreso, siendo la segunda mujer en ocupar dicho cargo después de la progresista Rosalía Arteaga.

Los conservadores alcanzaron la mayoría parlamentaria tras las elecciones de 2014, por lo que su líder José Ayala Lasso se convirtió en primer ministro, mientras que Juez de Baki fue escogida por sus coidearios como presidenta de la Cámara, cargo que recaía por primera vez en una mujer.

Líder del Partido Conservador[]

En marzo de 2017, y en su calidad de Presidenta de la Cámara de Diputados, debió dirigir las sesiones para aceptar la renuncia del primer ministro José Ayala Lasso, quien se había ganado la antipatía de los ecuatorianos tras una serie de polémicas declaraciones de corte machista, que generaron una crisis total de su imagen y protestas en las calles.

Tras la dimisión, los conservadores eligieron a la Baronesa Baki como líder del partido, lo que no solo la convirtió en la primera mujer en ese cargo, sino en la primera ministra del Reino, repetiendo la historia lograda por Rosalía Arteaga en el Partido Progresista. Siguiendo el protocolo, fue elegida y juró como jefa del Gobierno ecuatoriano en la sesión del viernes 26 de marzo, y al día siguiente se presentó ante el rey Álvaro II, quien le dio el beneplácito para comenzar su jefatura de Gobierno de manera inmediata.

Gobierno del Primer Ministerio[]

En septiembre de 2017 inició la construcción del Tren rápido Transecuatoriano con dos frentes de trabajo: el del norte que partió desde Rumichaca, y el del sur que lo hizo de Macará. Se espera que esté en plena operación para finales del año 2022.

A finales de julio de 2019, Baki propuso crear una guardia nacional que consistiera en reservistas con entrenamiento militar o policial, para ayudar a la Policía con la escalada de inseguridad que vivía el país, su proyecto aún no ha sido entregado al Parlamento para discusión. Por otra parte, a inicios de 2018 había aumentado el presupuesto de Seguridad por esa misma razón.

En el ámbito social, su Gobierno ha destacado por la creación de guarderías 24 horas para niños menores de seis años con padres trabajadores. Ha exhortado varias veces a sus legisladores para no permitir el paso del proyecto de adopción de parejas homoparentales en el país, lo que le ha traído enfrentamientos públicos menores con activistas GLBTIQ+, aunque también ha señalado que no descarta cambiar de posición con los argumentos adecuados.

Manejo de la crisis Covid-19[]

En marzo de 2020 la Primera Ministra ecuatoriana debió enfrentar la llegada del virus COVID-19 al país, que ya se consideraba una pandemia global aparecida a finales del 2019 en China. Y aunque para el mes de julio Ecuador se encontraba entre los diez países con el mayor número de casos positivos en América, la tasa de mortalidad era bastante baja en comparación con países como Cunania, Estados Unidos, Brasil, Federalia, Luisiana, Acre y Quebec, que resultaron los más afectados.

Baki fue elogiada por la OMS y la comunidad internacional debido a su manejo de la pandemia, entendiendo que la baja tasa de mortandad se debía en gran medida al número elevado de exámenes de diagnóstico realizados a la población para reducir la posibilidad de contagio, componente esencial en la lucha contra el virus. Esto propició que Ecuador se preparara antes de que el primer caso de contagio se produjera en el país, con la creación de un comité permanente de vigilancia instalado desde el 6 de enero, mientras que en la vecina Guayas, por ejemplo, el primer centro de vigilancia del coronavirus se habilitó el 14 de marzo.