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Quinta Real San Martín.
La Quinta Real San Martín, también llamada Palacio San Martín, es la actual residencia oficial de los herederos de la Corona peruana, los príncipes Jorge de Cusco y Leonor Grau del Alcázar, quienes la ocupan desde su matrimonio en el año 2018. El conjunto se ubica en un gran terreno ajardinado de 192.000 metros cuadrados sobre la avenida Paseo Colón, a pocos minutos del Centro Histórico de Lima.
Historia[]
Después de una larga y fallida batalla contra el Congreso para que le dejaran contraer matrimonio con la aristócrata María Echeverría y legitimar a los tres hijos que había tenido con esta, en 1887 el emperador Jorge I debió darse por vencido y nombrar como heredero a su sobrino Adolfo, hijo de su hermana María Adelaida y el Duque de Teck, que residía en Reino Unido.
Para alojar cómodamente y con mayor independencia a los Teck, ese mismo año el Emperador adquirió pedazos de las haciendas San Martín, Santa Beatriz y la Huerta Matamandinga, por entonces ubicadas fuera del límite urbano sur de la ciudad de Lima, y contrató al arquitecto italiano Antonio Leonardi para levantar una hermosa mansión suburbana de estilo neorenacentista, rodeada de espléndidos jardines de estilo inglés, con pequeñas lagunas artificiales, fuentes y pabellones neoclásicos.
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La Quinta en la década de 1890.
El edificio estuvo terminado a inicios de 1889, y el nuevo Príncipe de Cusco se mudo al lugar junto a sus padres y tres hermanos: María, Francisco y Alejandro. La primera se mudaría a Londres en 1893, cuando contrajo matrimonio con el futuro rey Jorge V del Reino Unido; el segundo haría lo propio al año siguiente, cuando se casó con la princesa Margarita de Bonaparte-Luisiana-Terrebone; mientras que el tercero permanecería soltero hasta su temprana muerte en el año 1912.
Por su parte, la princesa María Adelaida falleció en 1897, y Francisco de Teck en 1900, por lo que tras la muerte del emperador Jorge I en 1904, y el respectivo ascenso al trono de Adolfo, éste y su hermano Alejandro se mudaron al Palacio Imperial de Rímac. Dejaron la Quinta para que pudieran ocuparla los príncipes Francisco y Margarita, donde verían crecer a sus hijos Juan Francisco, Adelaida, Federico e Isabel.
En 1938 falleció la princesa Margarita, que había sobrevivido 28 años a su marido, y la Quinta fue totalmente reformada por los príncipes herederos Francisco de Cusco y Pía María de Orleans-Braganza, que un año más tarde se mudaron al lugar con sus tres pequeños hijos: Francisco, Pedro y Andrés, de nueve, cuatro y tres años de edad respectivamente.
Francisco ascendió al trono en 1947 y se mudó con su familia al Palacio Real de Rímac, mientras que su madre Alicia de Albany regresó a la Quinta, donde fallecería en 1981. Para entonces, el nieto de esta última, Adolfo III, acababa de ser nombrado rey, por lo que la madre de éste, la princesa Eugenia de Luisiana, se mudó a la Quinta.
La Reina madre viviría en San Martín hasta su propio deceso en el año 1993, por lo que la Quinta entró en desocupación un par de años. En 1995 el Rey decidió que el inmueble sería compartido por sus ancianos tíos, los príncipes Pedro, Andrés y sus respectivas esposas. La última de ellos falleció en 2015, dejando la Quinta desocupada una vez más, hasta que en 2018 fue escogida como la nueva residencia de los recién casados príncipes herederos, Jorge de Cusco y Leonor Grau del Alcázar, que la ocupan en la actualidad y donde en 2020 nació su primogénita, la princesa Eugenia.