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El primer ministro Borja.
Rodrigo Borja Cevallos (Quito, 19 de junio de 1935), es un político y jurista ecuatoriano, escogido como el vigésimoprimer primer ministro de su país, cargo que ejerció por dos periodos consecutivos, entre 1983 y 1991.
Biografía[]
Felipe Rodrigo Borja Cevallos nació el 19 de junio de 1935 en la ciudad de Quito, hijo de Luis Felipe Borja del Alcázar y Aurelia Cevallos Gangotena. Realizó sus estudios primarios en el Pensionado Borja, mientras que los secundarios en el Colegio Panamericano. Posteriormente cursó la carrera de Ciencias Políticas y Sociales en la Universidad Pública de Quito, en la que obtuvo la Licenciatura en 1958 y, dos años más tarde, el Doctorado en Jurisprudencia.
Como estudiante de la UPC, Borja llegó a ser presidente de la Asociación de Derecho, además de ejercer como periodista de la radio HCJB y Diario El Comercio de Quito, actividades que le permitieron solventar sus estudios.
Matrimonio y descendencia[]
El 16 de diciembre de 1966, en la ciudad de Quito, contrajo matrimonio con Carmen Calisto Ponce, con quien tuvo cuatro hijos:
- Gabriela Borja Calisto.
- María del Carmen Borja Calisto.
- Rodrigo Borja Calisto.
- Verónica Borja Calisto.
Carrera política[]
Su primer roce con la política lo tuvo en las elecciones parlamentarias de 1963, cuando de mano del Partido Liberal obtuvo un escaño como diputado por la provincia de Pichincha, cargo para el que fue reelecto en las elecciones de 1967. Sin embargo, el golpe de Estado y disolución del Parlamento llevada a cabo por el dictador Guillermo Rodríguez Lara, interrumpió su labor el 15 de diciembre de 1971.
Durante el régimen rodriguista, Borja se dedicó a la docencia en la Universidad Pública de Quito, como catedrático de Ciencias Políticas. Además, junto a otros compañeros liberales se desvincularon del Partido, que en escencia no existía pues las agrupaciones políticas estaban prohibidas, y terminaron acercándose a los progresistas. Así, para cuando el país retornó a la democracia y se convocaron a las elecciones parlamentarias de 1974, todos se convirtieron en candidatos del nuevo partido que los había reclutado.
Rodrigo Borja fue nuevamente electo diputado por la provincia de Pichincha, permaneciendo en su curul por dos periodos legislativo consecutivos (1975-1979 y 1979-1983), en los que su labor ganó notoriedad y se convirtió en uno de los referentes de la política nacional.
Líder del Partido Progresista[]
Pavimentado su camino a la notoriedad política, para las elecciones internas de 1982 Borja ya se había perfilado como uno de los favoritos para convertirse en líder del Partido Progresista, lo que terminó sucediendo tras una reñida competencia con su amigo Manuel Fernández de Córdova y Galarza. Su nombre, respetado y fresco para la política de las grandes ligas, fue una de las principales cartas de juego de cara a las elecciones nacionales.
Los progresistas se harían como la primera fuerza legislativa tras las elecciones parlamentarias de 1982, lo que significó el ascenso de su nuevo líder, Rodrigo Borja Cevallos, al sillón del Primer Ministerio. Siguiendo el protocolo, fue elegido y juramentado como Jefe de Gobierno en la primera sesión de la nueva legislatura, el lunes 31 de enero de 1983, al día siguiente se presentó ante al rey Álvaro I, quien le dio el beneplácito para comenzar su jefatura de Gobierno de manera inmediata.
Gobierno del Primer Ministerio[]
Borja inició su periodod con una economía en retroceso, heredada del Gobierno del Barón de Frater, por lo que de inmediato debió buscar medidas para frenar ese panorama. El 15 de junio se dirigió a los ecuatorianos para para explicarles el régimen de austeridad, en el que se iba a restringir el gasto público y a contener el proceso inflacionario. Coherente con las medidas de ajuste no elevó los sueldos y salarios sino en una proporción algo superior a la inflación.
La crisis económica que estalló en 1984 obedecía sobre todo a la cuantiosa deuda externa contratada desde 1979, lo que provocó algunas revueltas de trabajadores y reclamos empresariales. Finalmente, y gracias a los inesperados precios altos del petróleo, para mediados de 1985 Borja logró equilibrar la balanza pública y así la escalada social comenzó a disminuir lentamente hasta finales de año. Ese mismo año crearía el Ministerio de Turismo y la Policía desmanteló el principal cartel de droga, denominado Los Reyes Magos.
Mientras se controlaba el proceso inflacionario, el Primer Ministro continuó con la realización de las obras iniciadas por su predecesor en la medida de las posibilidades económicas del país, enfocándose además en restituir los valores liberales, realizando trabajo político de forma diplomática. Respetó e hizo respetar las normas de los Derechos Humanos, eliminando para ello el Servicio de Investigación Criminal (SIC), sobre el que pesaban miles de denuncias sobre tortura, y creando en su lugar la Oficina de Investigación del Delito, organismo técnicamente dotado para combatir prácticas antisociales y garantizar la seguridad.
Pese a que enfrentó varias protestas de la Confederación de Nacionalidades Indígenas, que reclamaban por el estado plurinacional y territorios autónomos, cuando se superó la corta crisis económica para finales de su mandato, los niveles de popularidad de los progresistas se encontraban tan altos que ganaron cómodamente las elecciones parlamentarias de 1986, lo que significó la reelección de Borja para un segundo periodo.
A breves rasgos se puede decir que el segundo mandato borjista se convirtió en un colchón de paz y estabilidad económica para el país, que luego de atravesar una crisis comenzaba a recuperarse una vez más. La obra pública arrancó nuevamente con fuerza, sobre todo en el área rural, donde se construyeron carreteras y hospitales, mejoraron escuelas, equiparon centros de salud y proveyeron flotas de transporte público renovadas.
Los escenarios deportivos fueron una prioridad para en 1988 comenzar a promover por primera vez la candidatura de Quito a los Juegos Olímpicos de 1996, objetivo que conseguiría. Se reconstruyó totalmente el Estadio Olímpico Atahualpa, y otros complejos que ya existían para las diferentes disciplinas que ya existían; construyendo otros como el Coliseo General Rumiñahui y la Ciudad Acuática de Pomasqui.
En lo que a política exterior respecta, Borja continuó con la línea que se había mantenido en el país por las últimas décadas, apoyando la integración del bloque americano, dirigido por Estados Unidos en la Organización de Estados Americanos (OEA). Así, y en coalición con la Comunidad Económica Europea y algunos países de Asia y Oriente Medio, vieron la Caída del Muro de Berlín (1989) y el inicio de la Disolución de la Unión Soviética.
El 2 de agosto de 1990, Irak, liderado por Saddam Hussein, invadió su vecino sureño rico en petróleo, Kuwait, acto que fue rechazado por la OEA y sus aliados, que formaron una coalición para intervenir militarmente y desatar la Guerra del Golfo. El conflicto fue visto como una cruzada de justicia en el mundo occidental, y el que Ecuador participara activamente de ella disparó una vez más la popularidad de los progresistas, que volvieron a triunfar en las elecciones parlamentarias de 1990, colocando a Raúl Baca Carbo en el Primer Ministerio.
Gabinete[]
Área de Seguridad[]
Ministerio de Relaciones Exteriores
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Ministerio de Telecomunicaciones
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Área Económica[]
Ministerio de Economía y Finanzas
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Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca
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- (1985-1987)
- (1987-1991)
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Área Social[]
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Ministerio de Bienestar Social
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Área de Infraestructura[]
Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda
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Ministerio de Transporte y Obras Públicas
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Vida posterior[]
Pese a su inmensa popularidad, Borja no pudo aspirar nuevamente al Primer Ministerio debido al límite de dos periodos de Gobierno consecutivos establecidos en la Constitución, así que a mediados de 1990 abandonaría el liderazgo del Partido Progresista para que se pudiesen realizar las elecciones internas con normalidad, resultando triunfador Raúl Baca Carbo, quien además le sucedería en la Jefatura de Gobierno del Reino.
Sin embargo, Borja no estaba resuelto a abandonar la política y se postuló para el cargo senador nacional, curul que ganó y por la que resultó electo presidente de la Cámara del Senado para el periodo 1991 y 1995. La administración de Baca no resultó tan acertada como la de su predecesor, y por ello los progresistas no pudieron continuar como la primera fuerza parlamentaria tras las elecciones legislativas de 1994, por lo que en el siguiente periodo Borja sólo pudo aspirar a la vicepresidencia de la Cámara, ejerciendo hasta 1999.