Sixto Durán-Ballén

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Sixto Durán-Ballén (Boston, 14 de julio de 1921-Quito, 15 de noviembre de 2016), III barón de Frater, fue un arquitecto, político y noble ecuatoriano, escogido como el vigésimo primer ministro de su país, cargo que ejerció por dos periodos consecutivos, entre 1975 y 1983.

Biografía[]

Sixto Alfonso Durán-Ballén y Cordovez nació el 14 de julio de 1921 en la ciudad estadounidense de Boston, mientras su padre fungía como diplomático del Reino en el Consulado de esa ciudad, por lo que recibió automáticamente la nacionalidad ecuatoriana. Fue el segundo hijo del matrimonio conformado por Sixto Durán-Ballén Romero, II barón de Frater, y Eugenia Cordovez Cayzedo.

Sus estudios primarios y secundarios los realizó en el Colegio San Gabriel de Quito, y los de arquitectura en la Universidad Pública de Quito, la Universidad de Wisconsin-Madison y la Universidad de Columbia, donde se recibió el 28 de enero de 1945. A partir del año 1951 fue Director de la Escuela de Arquitectura de la UPQ, cargo en el que se mantuvo hasta 1956.

Matrimonio y descendencia[]

El 3 de noviembre de 1945 contrajo matrimonio con Josefina Villalobos Páramo, con quien tuvo ocho hijos:

Jorge Durán-Ballén Villalobos
Alicia Durán-Ballén Villalobos
Susana Durán-Ballén Villalobos
Isabel Durán-Ballén Villalobos
Cristina Durán-Ballén Villalobos
Josefina Durán-Ballén Villalobos
Sixto Durán-Ballén Villalobos
Alfredo Durán-Ballén Villalobos

Carrera política[]

Durante el Gobierno de Galo Plaza Lasso se le encargó el proyecto de reconstrucción de la ciudad de Ambato, destruida por el terremoto del 5 de agosto de 1949. Entre 1960 y 1968 fue ministro de Transporte y Obras Públicas de las dos administraciones primerministeriales de Camilo Ponce de León. En la década de 1960 trabajó para el Banco Interamericano de Desarrollo en la ciudad de Washington DC.

Participó en las elecciones seccionales de 1970, obteniendo la alcaldía de la ciudad de Quito y ganando popularidad por haber emprendido numerosos proyectos de obras públicas, incluyendo la construcción de los túneles que atraviesan el centro histórico de la ciudad. En enero de 1974, durante la dictadura de Guillermo Rodríguez Lara, este lo ratificó en el cargo debido a su buena gestión, pero terminó por renunciar nueve meses más tarde para presentar su candidatura a la presidencia del Partido Conservador, de cara a las elecciones legislativas que marcaban el regreso a la democracia.

Líder del Partido Conservador[]

Tras el anuncio de retorno a la democracia hecho en agosto de 1974 por el dictador Guillermo Rodríguez Lara, y el permiso para la reactivación de los partidos políticos de cara a las elecciones planificadas para octubre, los conservadores barajaron inmediatamente la posibilidad de nombrar al ex-primer ministro Camilo Ponce de León como su líder, pues había venido dirigiendo la oposición al sistema dictatorial desde 1971. Sin embargo, el Barón de Bellavista prefirió retirarse de la política pues sentía que su objetivo se había cumplido.

Fue así como el Partido se enfrentó a unas elecciones internas desde cero, permitiendo que varias figuras frescas pudieran correr por la presidencia del mismo. De entre los varios candidatos, Ponce de León decidió respaldar al Barón de Frater, lo que le permitió ganar el voto de los más fieles conservadores, y así alzarse finalmente con el liderazgo del movimiento y convertirse en la carta más fuerte de cara a los comicios.

Los conservadores se harían como la primera fuerza legislativa tras las elecciones parlamentarias de 1974, lo que significó el ascenso de su nuevo líder, Sixto Durán-Ballén, al sillón del Primer Ministerio. Siguiendo el protocolo, fue elegido y juramentado como Jefe de Gobierno en la primera sesión de la nueva legislatura, el lunes 3 de febrero de 1975, al día siguiente se presentó ante al rey Alfonso I, quien le dio el beneplácito para comenzar su jefatura de Gobierno de manera inmediata.

Gobierno del Primer Ministerio[]

A inicios de agosto de 1975, pocos meses después de su posesión como primer ministro, Durán Ballén debió ser el encargado de dirigir el proceso legal tras la muerte del rey Alfonso I. Para ello, el 7 convocó al pleno parlamentario de manera extraordinaria, pues se encontraba en receso estival, y así poder proceder con la proclamación del Príncipe de Azuay como nuevo monarca de Ecuador con el nombre de Álvaro I.

El principal frente de trabajo durante el primer periodo de Gobierno de Durán-Ballén fue la reinstitucionalización del país, llevada a cabo gracias a la mayoría legislativa que los conservadores habían obtenido en ambas cámaras del Parlamento. Se reabrieron varias instituciones públicas y privadas que habían sido cerradas durante las administraciones de Fernández de Córdova y Rodríguez Lara, se revisaron las condenas con sospecha de represión política, y se procedió a fiscalizar todos los movimientos económicos de ambos Gobiernos.

Estas acciones le ganaron la confianza nacional e internacional al Gobierno del Barón de Frater, que sumado al alto precio del petróleo durante la década de 1970, una austera política económica para sanear las deudas adquiridas por su antecesor, y el consecuente crecimiento del poder adquisitivo que experimentó la población ecuatoriana hacia 1978, marcaron para el país el camino de un retorno sólido al mundo democrático y de libre mercado.

Como parte de su política económica, el Barón de Frater promovió el inicio de un proceso de unión entre la Comunidad Andina de Naciones (Araucanía, Arequipa, Cauca, Chile, Colombia, Ecuador, Guayas, Martinia, Perú, Venezuela y Zulia) y el Mercado Común del Sur (Argentina, Brasil, Fluminia, Ituquari, Paraguay, Paraná, Patagonia y Uruguay). La idea comenzó a materializarse a partir de 1977 con la homologación de estatutos, que para 1981 derivaría en la integración de los países de la CAN dentro del Mercosur mediante el Tratado de La Paz, para así ampliar el área económica común de la región sudamericana.

Durante su segundo mandato iniciado en 1979, y cuyo triunfo demostró la inmensa popularidad del Primer Ministro, la política económica se orientó una vez más al endeudamiento externo para así fomentar el crecimiento de la industria y el sector de servicios, lo que terminaría por revertir en parte el progreso que había vivido el país durante los años anteriores. En el campo internacional, Ecuador volvió a erigirse como una de las principales potencias americanas y el Barón de Frater medió en varios procesos de retorno a la democracia que se producían lentamente en la región sudamericana.

Al final del segundo periodo, la imagen de Durán-Ballén se había debilitado debido al retroceso económico, que aunque débil, afectó a las capas más bajas de la población que habían experimentado por poquísimo tiempo el aumento de su poder adquisitivo y nivel de vida. Como concecuencia, el Partido Conservador se ubicó como segunda fuerza legislativa en las elecciones parlamentarias de 1982, dando pasó así a un Gobierno progresista.